En medio de un intento global de industrialización, el Perú ha entrado en recesión por primera vez en más de una década, sin contar la pandemia.1 Tengo que aclarar dos cosas. Primero, que el concepto de recesión técnica no explica nada. Es una palabra empleada para referirse a dos trimestres consecutivos de contracción económica. En este caso, la economía peruana se ha contraído 0.5 por ciento hasta finales de mayo. Entonces, uno podría preguntarse cuál es la utilidad de este concepto. Una respuesta práctica es su impacto comunicativo. Se dice que una recesión es tal y que por esta recesión alguien o algo tiene la culpa.
Segundo, que es imperativo entender la tendencia detrás de esta recesión. No es suficiente apuntar al número e invocar la confianza de los inversionistas o las acciones del gobierno de Castillo o de Boluarte. En este punto, uno puede ser optimista o realista. El optimista tiene en mente primero lo que llama "inestabilidad política" y segundo lo que llama "externalidades climáticas". Ambos son eufemismos empleados para explicar la contracción de la economía peruana. El optimista dirá que la inestabilidad política es un factor temporal, así como lo son los exabruptos climáticos. En ese discurso, elide las causas de estos factores, cuya complejidad pone en duda que sean fenómenos a corto plazo. Pues, si los inversores supieran que la inestabilidad política es el desenlace de furias y contrafurias políticas de carácter cada vez más irresoluble, o que los exabruptos climáticos son las manifestaciones de un Antropoceno al que el Perú se ve extremadamente expuesto, este podría en vez invertir su capital en Chile, Colombia, o Brasil. A corto plazo, no hay manera de solucionar estos problemas. Ambos son de por sí crisis que van a azotar al Perú por años.
El desastre climático azota principalmente al sector agropecuario. Escribiendo para Bloomberg Línea, Paola Villar enfatiza que este sector se ha contrajo 14 por ciento hasta abril de este año. Un consultor entrevistado añade que una caída así no se veía desde 1992, año también impactado por el fenómeno de El Niño y sequías.2 Esto no empobrece solo a los agricultores y ganaderos peruanos - abandonados por el estado y condenados por la incapacidad de Pedro Castillo a la hora de comprar urea. La crisis climática ejerce además presión en los precios de la canasta básica. Al decrecer el suministro de alimentos, el mercado lidia con la demanda persistente elevando costos. Este choque de precios es interpretado como inflacionario por la disciplina económica, y el remedio preferido es incrementar la tasa de interés. Al menos en teoría, subir o mantener alta la tasa de interés evita que la economía se "sobrecaliente"; i.e. que el aumento de precios lleve a un aumento de sueldos, lo que llevaría a un ulterior aumento de precios. Sin embargo, ante choques de precios causados por eventos idiosincráticos y externos a la economía, poco puede hacer el Banco Central de la Reserva.
El siguiente sector afectado por los climas del Antropoceno es el sector pesquero. El calentamiento de las aguas del Pacífico causado por El Niño altera los ritmos reproductivos de pescados como la anchoveta. En ese sentido, Produce suspendió la temporada de pesca en el norte-centro. El Banco de Crédito del Perú le atribuye a este factor 0.5% de la revisión a la baja del PBI en el segundo trimestre. La crisis del sector agropecuario explica en vez 1% de menor crecimiento durante abril.3
Sigue el sector minero. Uno podría decir que el estado peruano está organizado alrededor de garantizar la inversión minero y la extracción de las rocas relevantes. El análisis del BCP es sorprendentemente honesto: "La producción de cobre de Quellaveco aportó alrededor de 0.4 puntos porcentuales directos al crecimiento del primer semestre; sin ello, el PBI habría caído." Dina Boluarte es consciente de esto, y es también consciente de que las zonas de mayor conflictividad social son las zonas mineras. Para evitar la noticia de una recesión, la presidenta pobló el corredor minero de militares.4 Es en estos momentos cuando la estructura del estado peruano se revela: la desatención histórica que le presta al agro, y la militarización necesaria para extraer cobre.
Para los economistas, la ironía es que el cobre mantiene precios históricamente altos, habiéndose recuperado de un descenso a mediados de 2022. El alto precio del mineral se explica primero por la suspensión de los decretos anti-covid en China, es decir se espera más demanda, y, segundo, por la conflictividad que rodea su extracción, es decir, menos oferta. El Financial Times provee un gráfico útil:5
El optimista insiste: "Los eventos climáticos y sociales son pasajeros. Han sucedido antes, y siempre se han resuelto de una forma u otra. La gente siempre ha protestado, y se ha llegado siempre a algún acuerdo. El Niño siempre ha sido un inconveniente, pero terminará." Pero lo que nosotros realistas sabemos es que tanto el factor climático como el factor social deben ser entendidos como manifestaciones de tendencias más amplias. Es cierto que al Perú siempre lo han azotado plagas y turbulencias meteorológicas. Es igual de cierto que esta vez las turbulencias solo son inteligibles como impactos de una era climática causada por el hombre: el Antropoceno. El aumento de la temperatura en todo el mundo está en general determinado por la emisión de dióxido de carbono, principalmente a través del uso de combustibles fósiles. Estos gases producen un efecto conocido como "invernadero" en el que los rayos del sol reflejados por la Tierra no abandonan nuestra atmósfera, sino que contribuyen a un aumento de la temperatura en el largo plazo, en todo el mundo. Es decir, no se pueden entender los desastres climáticos como eventos particulares de corto plazo. El arco que nos trae un Niño fortalecido nos trajo hace unos meses el ciclón Yaku, y nos traerá en el futuro otras furias naturales.
"Bueno," dice el optimista "la economía peruana a fin de cuentas no depende ni del sector agropecuario ni del sector pesquero. La columna de nuestra bonanza es el sector minero, y seguramente un clima más cálido o una que otra lluvia no afectará nuestra capacidad de extraer cobre, o deteriorará su precio." En este punto, el optimista ha captado parte de la estructura del estado peruano y el razonamiento de casi todos sus gobiernos. Sabemos que nuestro estado no puede detener los rayos del sol, ni alejar o incentivar las lluvias. Este puede sin embargo emplear su violencia de iure para proteger la inversión minera. Puede hostigar e incluso disparar contra manifestantes, como ha sucedido más de una vez. Sin embargo, el optimista está de nuevo equivocado. Las protestas actuales son parte de una amplia crisis de integración exacerbada por el asesinato de 50 personas a manos de las fuerzas del estado.
Más que nunca, las descripciones platónicas del modelo económico se disuelven en el aire. Defensas como la de Waldo Mendoza ignoran que un crecimiento postulado en la seguridad de activos para flujos financieros presupone una constante pacificación social. En épocas de bonanza esta no era una tarea tan difícil. Pero en épocas de inflación y expectativas frustradas, la tarea requiere cada vez más músculo militar. Esta configuración viene en un paquete con el régimen económico de la Constitución de 1993. No es atribuible a la irresponsabilidad de los ciudadanos peruanos o de sus gobernantes. Cualquier renovación a este pacto social tiene que tomar en cuenta tanto la integración del pueblo peruano bajo una unidad de desarrollo como la necesidad de lidiar con el desastre climático. Esto no implica una Asamblea constituyente. Antes que todo, implica que los economistas peruanos acepten la realidad que tienen en frente.
19 de julio de 2023
https://www.bloomberg.com/news/articles/2023-07-15/peru-s-economy-contracts-in-may-dashing-recovery-hopes#xj4y7vzkg
https://www.bloomberglinea.com/latinoamerica/peru/la-economia-peruana-se-muestra-muy-debil-en-abril-y-la-respuesta-esta-en-el-agro/
https://gestion.pe/economia/bcp-sin-quellaveco-economia-habria-caido-este-semestre-noticia/
https://www.bloomberglinea.com/latinoamerica/peru/presencia-militar-en-peru-aumentara-para-mantener-flujo-de-exportaciones-de-cobre/
https://www.ft.com/content/cc40d35c-5c04-4ffe-b604-601be5f0947f